El italiano, el inglés y el español no son solo mis lenguas de trabajo, sino los “hilos imaginarios” a través de los cuales expreso mi parte más auténtica y creativa. Los mismos que utilizo cada día para forjar relaciones humanas y profesionales, para coser mensajes junto a emociones, para tejer las tramas de cada texto o documento y, finalmente, para confeccionar y personalizar mis cursos de idiomas.