Ser intérprete de conferencias, reuniones y congresos supone poseer una gran concentración, conocimientos lingüísticos y precisión.
Cada discurso es como un hilo. Interpretarlo hacia una lengua (definida “de llegada”) diferente de la lengua en que la ha sido pronunciado (lengua “de partida”) significa ser capaz de escuchar atentamente el discurso del ponente y entenderlo más allá de las palabras, cortarlo, volver a coserlo y reanudarlo de manera fluida, sin rasgaduras ni imprecisiones lingüísticas o interpretativas.
Los servicios de interpretación que le ofrezco a mis clientes son de cuatro tipos: